«La realidad de la vida nos habla en silencio»
«No hay accidentes en tu universo perfecto».
Fuerte, rápido y directo. No da tiempo a pensar. Todo se detiene; tu panorámica llena de color con vistas al infinito encoge hasta convertirse en un reducido habitáculo de 1:1 donde los marcos laterales aprisionan. Tu tocadiscos mental desenchufado y sin toma de corriente: no hay ritmo ni compás. Y tu fábrica de ideas entra en tiempo muerto. Te sientes mínima pero a la vez excesivamente consciente.
Por unos segundos el universo insiste, te pone boca abajo y te recuerda, una vez más, que el peso de la vida no lo llevas tú, sino él.
Gracias.